¿Y SI PUDIÉSEMOS HACER LO QUE QUISIÉRAMOS?

Que pasaría, si pudiésemos hacer todo lo que quisiéramos, si este fuese un mundo sin normas, en el que las reglas no se aplicasen ¿Qué pasaría?

                                             

En un pequeño pueblo de la Sierra, llamado Aracena, un día, como otro cualquiera, sucedió algo mágico, desaparecieron las normas, las obligaciones...

Todos los niños, adolescentes, padres, madres, ancianos... estaban sorprendidos, seguían sin creerse todo lo que había sucedido en cuestiones de segundos.

Los primeros días, las primeras semanas, e incluso el primer mes, todo el mundo estaba contento, pues no tenían que ir a trabajar, ni al instituto... podían hacer todo lo que quisieran. Todos estaban felices. Los más grandes disfrutaban como niños.

Todos se lo pasaban bien, pero pronto el caos inhundó las calles de Aracena, nadie sabía que hacer, como reaccionar. Todo estaba hecho un desastre, no había supermercados, ni bares, ni gimnasios, ni tiendas, ni colegios... Todo fue una dulce introducción al caos.

Al cabo de los dos meses, llegó alguien. Alguien que consiguió tranquilizar a la población, y volver a poner orden en ese pequeño pueblo, Aracena.

Desde ese día todos comprendieron que aunque a veces, las ordenes, las obligaciones... sean aburridas son necesarias para evitar el descontrol. 

Por que imaginar un mundo sin obligaciones, sin ordenes... todo sería un descontrol, en el que nadie sabría que hacer, en el que nadie, nunca llegaría a ser nada.